Estilos de afrontamiento

18 Jul Estilos de afrontamiento

Son las disposiciones personales de respuesta emocional que sirven para hacer frente a las situaciones estresantes, que superan las capacidades del sujeto y la falta de herramientas adecuadas. Existen los siguientes modelos explicativos:

– Represor/Sensibilizador (Byrne, 1964):
El primero tiende a la negociación y evitación, experimentando baja ansiedad ante situaciones de estrés y altas respuestas fisiológicas.
El segundo es más vigilante y expresivo, presentando mayores grados de ansiedad y utilizando mayores mecanismos de defensa como la negación. Ambos, sin embargo, tienden a responder al estrés de forma estereotipada y de forma defensiva en vez de establecer respuestas apropiadas a las demandas de la situación.

-Incrementador/Atenuador (Miller, 1987): El primero indica el grado en que la persona está alerta y sensibilizada respecto a la información relacionada con las amenazas, incluso en las situaciones ambiguas. El segundo, hace referencia al grado con que el individuo evita o transforma cognitivamente la información de la amenaza. El modelo se basa en el modo en el que los individuos cognitivamente procesan la información relacionada con los sucesos aversivos para reducir las reacciones de estrés.

Kohlmann (1993), propone los siguientes:

– Vigilante rígido: Tiene una alta vigilancia y una baja evitación, por lo que presenta una tendencia a buscar información sobre el estresor para configurar una imagen mental de la confrontación anticipada.

– Evitador rígido: Presenta una baja vigilancia y una alta evitación, presta atención escasa a las características amenazantes del estresor.

– Uso flexible de estrategias relacionadas con la situación: Presenta baja vigilancia y baja evitación del estresor, por lo que su orientación está marcada hacia los requerimientos de la situación.

– Modo inconsistente: Supone un afrontamiento ineficaz, dado que presenta una alta vigilancia y una alta evitación, muy característico de las personas ansiosas.

Pon en práctica, aprende e interioriza técnicas para enfrentar situaciones complejas de la mejor manera posible. Si la vida te pone una y otra vez en la misma situación es momento de reconocerlo, enfrentar aquello que te genera tanta ansiedad y aprender mecanismos para hacerlo de forma adecuada, siendo flexible, escuchando, negociando y sin caer en las repercusiones que tanto te preocupan.

Aprende estrategias para superar problemas y dificultades en la vida. Frecuentemente los conflictos se limitan a una lucha de egos que no permiten un acuerdo. Medir los costes, entender al otro, actuar con respeto y cambiar el vocabulario son buenas formas de empezar.

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